Las aseguradoras son empresas que se basan en modelos de riesgo para determinar las primas y las coberturas. Su objetivo es mantener un equilibrio entre las primas cobradas y las indemnizaciones pagadas, además de obtener beneficios. Sin embargo, hay ocasiones en que algunas aseguradoras, pueden emplear tácticas para retrasar, reducir o negar las indeminizaciones. Algunas de estas tácticas incluyen:

  1. Revisión exhaustiva de reclamaciones: Pueden revisar detalladamente cada reclamación para encontrar posibles exclusiones o condiciones que no se cumplan.
  2. Interpretación estricta de la póliza: A veces, las aseguradoras pueden interpretar las cláusulas de la póliza de manera muy estricta para encontrar razones para no pagar.
  3. Solicitar documentación adicional: Pueden pedir constantemente más pruebas o documentos para procesar una reclamación, lo que puede desanimar a algunas personas y hacer que abandonen el proceso.
  4. Ofertas iniciales bajas: Algunas aseguradoras pueden ofrecer inicialmente una cantidad menor a la que el asegurado podría esperar o merecer, esperando que la persona acepte rápidamente sin cuestionar.
  5. Retrasos en el proceso: Pueden demorar el proceso de revisión y aprobación de una reclamación con la esperanza de que el reclamante se desanime o acepte una oferta menor.
  6. Desafiar la validez de la reclamación: En algunos casos, pueden cuestionar si el siniestro ocurrió como lo describe el asegurado o si realmente está cubierto por la póliza.
  7. Uso de cláusulas de exclusión: Las pólizas de seguro suelen tener cláusulas de exclusión que detallan situaciones específicas que no están cubiertas. Algunas aseguradoras pueden intentar aplicar estas exclusiones de manera amplia para evitar pagos.

En este escenario es importante que los asegurados sean asesorados por abogadpos especialistas en derecho de seguros.

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